© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


sábado, 27 de junio de 2015

Bailan

La oscuridad ilumina el lugar
Y mis pies avanzan descalzos.
Puedo sentir el dolor de los cristales
De todos los sueños
Clavándose en sus plantas.
La sangre hacía que me deslizara
Por toda la pista entre los cuerpos
Desconocidos de las sombras.
Como un ángel descosido que ha caído
Desde lo alto de los cielos.
La gente mira su contorsión y el dolor
De todos sus movimientos.
La sensualidad estaba en la muerte
Y sus gestos estaban impregnados
De deseos.
Sentía todo el sufrimiento de morirse
Aún sin conseguir hacerlo.
Se entelan los ojos, se esparce su mente,
Pero la muerte sigue bailando
A martillazos
Y nadie se acerca a sostener su cuerpo.


21.06.15
Cristina Merino

viernes, 19 de junio de 2015

Al final

Al final
Tanto mirar
Para no ver nada
Para no verme
Para no sentirme.
Al final,
Para no ser.

06.06.2015

Cristina Merino

martes, 16 de junio de 2015

Siento no poder superarte,
Eso quisiera decirte,
Que no aguanto,
Que no puedo.
Que me convierto a menudo
En sorbos de sollozos sin acabar,
Porque jamás se pueden desarrollar
Libremente los sentimientos
Dentro de esta jaula.
No quiero necesitar
Desaparecer o desaparecerte
Porque sé que optaría
Por proclamarme la nueva Ofelia,
Un nuevo horizonte ahogado en el mar.
Conmigo morirían  la insuficiencia y los dolores,
Desembarcarían conmigo,
Desaparecerían si yo desaparezco
Y me convierto
En la encarnación del recuerdo,
En la parca,
En el dolor,
Muy adentro.
Tan adentro que nadie se atreve a mirar.
Así que porque te quiero, te pido ayuda.
Ayúdame a conseguirme mucho mejor que ahora,
Mucho mejor que cuando era tuya
Y no lo sabía
Que no puedo resultar ni entender ni nada.
Soy vacío caótico que no me gusta ser.
Así que ayúdame a resultar algo lógico,
Que sola no puedo.
Que sola me confundo en la oscuridad
Y no estoy segura de que haya salida.
Joder. Que sola no consigo resultarme
En cualquier otra cosa que no sea esta.
Ayúdame,
Que tú eres todo lo que yo quisiera resultar
Y que no consigo.
Por ejemplo, a ti te lo pido, gato.
Las palabras calladas, las conversaciones nulas.
Ojalá pudiera interpretar correctamente todos tus silencios
Ojalá pudiera, en definitiva, quererte bien.

03.06.15

Cristina Merino

domingo, 14 de junio de 2015

Cómo será verla

Cómo será ella si ya se muere.
Quizá cuando la veas
No podrás reconocerla,
No podrás asegurarle con los ojos
Que era cierto que os queríais.
No habrá conversaciones en verso,
Ni palabras.
No más articulaciones con la boca,
Quebrarse los pechos,
Ni arañarse con los gritos de lo que no ha sido.
No habrá marcas que contabilizar
En las horas vacías
En las que ella ya no está.
Se destrozarán los pianos desde lo alto
De todas las torres que ocuparon vuestros sentimientos.
Los suyos siempre bien arriba,
Los tuyos siempre desparramados por el suelo.
Cómo se encontrará ella cuando la veas.
¿Habrá ya desquebrajado, su piel, el tiempo?
¿Se habrán hidratado de nuevo sus ojos?
No sé si la próxima vez conseguirán decirte algo.
No sé si su voz podrá pronunciarse,
Si no saldrán graznidos y llantos,
Y todo, absolutamente todo,
Será una jodida mierda de encuentro.
No sé si merecerá la pena ver los destrozos,
Aunque ella siempre pensó
Que las ruinas eran bonitas,
Que las heridas existían porque vivir
Era arriesgado.
Quizá cuando la veas no podrás reconocerla,
Quizá sus ojeras son demasiado pronunciadas,
Y ni si quiera habla y sólo observa.
Quizá su corazón lata muy fuerte
Y su cuello le juegue malas pasadas.
Quizá sea que aún te quiere.
Quizá sea que cuesta olvidarse
Y, aunque no lo veas,
Se habrá mordido las uñas para así,
No morderse las venas.
Te esquivará la mirada.
Y verá el suelo como único consuelo,
Que el cielo queda muy lejos de ese lugar.
Que sí, que no hay sitio perfecto,
Que las distorsiones siempre están presentes,
Pero ella estaba dispuesta a tu infierno.
Qué ocurrirá si, cuando la veas,
La tristeza le ha corroído por dentro
Y lo que necesita es enfadarse con Dios si existe,
Besarte o patalear el suelo.
Qué pasará cuando me veas.
No sé si debo temer mirarnos.

14.06.15

Cristina Merino

jueves, 11 de junio de 2015

Se me encoje el alma,
El corazón,
La sonrisa.
Se me antojan muchas más lágrimas,
Mucho más vuelo suicida
A estas horas tardías del ocaso.
Los abismos jamás fueron
Tan atractivos como ahora.
Los peñascos, las rocas,
Rasgando la piel, aún tersa.
Y la vista impregnada
De sangre a borbotones.
Y más sangre, toda a cascadas.
Y deshecha en el agua,
Con las heridas curadas con sal,
Se encontraría mi cuerpo.
Salto de ángel con final inesperado,
Una negrura espesa,
Y ya no existo.
No más vuelo.
No más libertades.
Las despedidas me parecían
Mucho más duras que ahora,
Mientras moqueo y tiemblo
Y aparezco medio desnuda
En medio de un claro,
De un bosque,
De un cementerio.
Todas sus losas hablan de mí,
Todas llevan mi sangre.
Pero no hay entierros,
Ni se formulan epitafios.
Nadie llora, ni nadie se alegra.
Nadie remueve la tierra
Ni intenta tocar los cipreses.
Estoy sola en la muerte
De un ser
Que parece, puedo identificar,
Como mío.

10.06.15
C. Merino


martes, 9 de junio de 2015

Morir soñando

Me vuelvo adicta a soñar
Por las noches en las que no duermo.
Siempre apareces tú
Y no sé de qué coño van
Sólo sé que por las mañanas me levanto
Y sólo tengo ganas
De morirme soñando,
De ahorcarme en las palabras
Que cantas normalmente
A otra gente
Que no tiene mis ojos,
Ni mi pelo,
Ni tampoco
(hay que decirlo),
Mis ganas.
Te advierto.
Si sólo vas a aparecer en mis sueños,
¿A quién tengo que suplicarle
Para que pueda morir soñando?

30.05.15
Cristina Merino

miércoles, 3 de junio de 2015

Vuelve

Aunque sea de otra manera,
Vuelve
Que estoy harta de saber que me faltas,
Que no puedo más
Con saber que aún no vienes.
Y aunque digas que no te has ido,
Sólo te diré
Que vuelvas siempre.
Por favor.
Vuelve.

22.05.15
C. Merino


martes, 2 de junio de 2015

A veces no me puedo creer
Que para mí
Siga siendo diciembre.
Qué patetismo cruel
Vivir aún en ese mes
En el que te encontré
Lejos de mi hogar
Para descubrir uno nuevo.
No me puedo creer,
Que tú sigas siendo para mí
Y que yo,
Sea sólo sangre a borbotones
Por todo el cuerpo.

04.05.15

Cristina Merino.