© 2013-2017 Cristina Merino Navarro


lunes, 17 de abril de 2017

Si te contara
Que cada vez que veía las estrellas,
Me llenaba de un solo deseo,
Que empezaba y terminaba
En una misma persona,
Pero que ya he dejado de creer
En cierto tipo de imposibilidades,
En cierto tipo de magia,
Aunque para eso,
Algo de mi se haya ido,
Dejando una silueta,
Muy similar a la tuya,
Dentro de mí.
Así descubrir,
Que me falta una pieza,
Vital e importante.
Reiteradamente pensada
En todas las acciones,
En cada mirada al cielo
Para pedir un deseo,
Sólo por si acaso,
Resumido en dos letras
-Tú-
Y en cuatro.
¿Dónde está la vida
De ese gato?

Cristina Merino

lunes, 10 de abril de 2017

Trataba de grabar
Una supernovae de felicidad,
De belleza,
Como cuando te veía.
Para poder sonreír para siempre
Y que algo lo fuera.
Que tú explosión lo fuera,
Sin final desde que te vi.
Tú lo fueras.

Cristina Merino

sábado, 1 de abril de 2017

La taquicardia
Empieza a hacer estragos.
Ya no tengo corazón,
Tengo un hueco.
Un desgarro en el pecho.
El ruido de un esternón abierto,
Dándome alas,
Como la tortura vikinga
Haciéndome águila.
Ya no existe el vacío.
Yo soy el abismo al que me caigo
O me tiro,
Sin que haya diferencias
En el verbo.
Y tiemblo.
Es de noche, hace calor y tengo frío.
Y tiemblo.
Sufro espasmos en el suelo,
Pero no muero.
No hay más aire en pes y efes
Entrando en mis pulmones encharcados.
Ya decía Bécquer algo
Sobre escuchar unos latidos
De una ingeniería.
Perdonadme todos.
Me lo tenía que arrancar
Para no sentirlo todo tanto.
Sólo tengo ganas de ponerme a arder
Todo por dentro.
Cuál pirómana rodeada de bosque y de cerillas,
Prendo.
Nunca seré Juana de Arco,
No salvaré un pueblo,
Pero la muerte y las llamas me salvarán
De no ser nadie,
De no ser nada.
De sobrevivir sin corazón en el pecho.
Nunca tuve que venir aquí.
Este no es mi tiempo.


Cristina Merino